Hoy día 25 de Noviembre es el día CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
¡Qué raro me suena esto!
Día del padre, día de la madre, día de los enamorados, día de la comunidad, ... y ahora día contra la violencia de género.
Supongo que cuando se dedica un día a algo así , lo que se pretende es aumentar la concienciación de la gente en torno a un tema que cada vez es más preocupante,
pero, desconfío de estos días, mala cosa es que alguien tenga que recordarme que debo querer a mi madre; tan mala como que, desde arriba, dediquen un día a recordarnos a todos que no es correcto actuar violentamente contra nadie.
De nada sirve llenar el día de hoy de actividades en torno al enorme número de mujeres maltratadas por sus parejas, si mañana miramos a otro lado.
Una clave, de la que no parecen darse demasiada cuenta quienes tienen la capacidad de cambiar las leyes vigentes, es la necesidad de romper la impunidad de los maltratadores.
Si lo que has sufrido es un maltrato psicológico y tienes la suerte de que el tribunal lo considere como tal, a tu pareja sólo se le condenará al pago de una insignificante multa, en torno a 150 euros, que debe dar al juzgado, ni siquiera te permiten darte un gusto a su salud, ironizo, por supuesto.
Recuerdo haber oído decir a un maltratador, en voz baja claro está, que estaba dispuesto a pagar 300 y maltratar a su pareja de nuevo, para que se enterara de una vez de quien mandaba.
Todas estas manifestaciones de apoyo a las mujeres maltratadas que se dan un solo día y a las que acuden todos nuestros representantes, incluídas las ministras de turno, me suenan artificiales, vacías de contenido y, con pocas posibilidades para solucionar el problema real.
Cambiar la mirada nos llevará a ver lo que hemos mantenido oculto durante tanto tiempo y dar una solución, real y definitiva , a un problema que no es nuevo, sólo se está destapando , de la peor manera posible.
Aquí tenéis una campaña promovida en Latinoamérica sobre este tema.
La violencia contra mujeres, niñas y adolescen-tes en cualquiera de sus formas es una violación de derechos humanos inaceptable, inexcusable e intolerable.
La campaña hace una llamada a la acción de gobiernos, sociedad civil, sector privado, medios de comunicación, ciudadanía en general y del propio Sistema de las Naciones Unidas para trabajar de manera conjunta en la eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas en el mundo. Además, mantiene que es necesaria la responsabilidad de todos y todas para construir una sociedad igualitaria y no violenta.
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