Anónimo dijo...
Qué bonito es encontrar a alguien con quien te puedas comunicar a través de la mirada. Para mí es la más excelsa forma de comunicación: mirar a alguien a los ojos y ver el fondo de su alma. Pienso que el que esto suceda no es habitual, pero yo he tenido la gran suerte de que me haya sucedido con alguien muy especial.Es una sensación extraña que te deja desconcertado a la vez que maravillado. Me siento muy identificada con el alma de esa otra persona, alguien que tras ese "encuentro" siguió su camino al igual que yo el mío. Presiento, sin embargo,que ha quedado grabado en el recuerdo de ambos. En sustitución, podemos mirar dentro de nosotros mismos y contemplar nuestra propia alma.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, creo que la mirada es lo único que no engaña, lo que expresa no se puede disfrazar, eres tú en todos tus momentos, buenos y malos.
Mirar al otro, mirarse a uno mismo a través del otro, puede ser gratificante, mirar dentro de ti me parece más difícil, más duro.
Gracias por tu comentario
Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño se queda sin hojas.
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida,
y entonces comprende como están de ausentes las cosas queridas.
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple,
y a las cosas simples las devora el tiempo.
Demórate aquí, en la luz mayor de este mediodía,
donde encontrarás con el pan al sol la mesa tendida.
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple,
y a las cosas simples las devora el tiempo
(Armando Tejada y César Isella)
Qué bonito es encontrar a alguien con quien te puedas comunicar a través de la mirada. Para mí es la más excelsa forma de comunicación: mirar a alguien a los ojos y ver el fondo de su alma. Pienso que el que esto suceda no es habitual, pero yo he tenido la gran suerte de que me haya sucedido con alguien muy especial.Es una sensación extraña que te deja desconcertado a la vez que maravillado. Me siento muy identificada con el alma de esa otra persona, alguien que tras ese "encuentro" siguió su camino al igual que yo el mío. Presiento, sin embargo,que ha quedado grabado en el recuerdo de ambos. En sustitución, podemos mirar dentro de nosotros mismos y contemplar nuestra propia alma.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, creo que la mirada es lo único que no engaña, lo que expresa no se puede disfrazar, eres tú en todos tus momentos, buenos y malos.
Mirar al otro, mirarse a uno mismo a través del otro, puede ser gratificante, mirar dentro de ti me parece más difícil, más duro.
Gracias por tu comentario
Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño se queda sin hojas.
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida,
y entonces comprende como están de ausentes las cosas queridas.
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple,
y a las cosas simples las devora el tiempo.
Demórate aquí, en la luz mayor de este mediodía,
donde encontrarás con el pan al sol la mesa tendida.
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple,
y a las cosas simples las devora el tiempo
(Armando Tejada y César Isella)
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