Amores Tóxicos

6.5.09



El amor tóxico, escribe Leonardo Padrón, es “una navaja en la dulzura”.
En la misma línea escribe Walter Riso (Nápoles, 1951) quien lleva más de una docena de obras desmontando los mitos e idealizaciones a través de los cuales los enamorados intercambian unos fugaces minutos de gozo por ese amor tóxico que, según Leonardo:
“Ocurre sin previo aviso
Te hace feliz y momentáneo
Te humilla en el poniente”.


Fue Platón quien empezó a decir que “el deseo era amor” y ,desde la antigüedad, éste se asocia a sufrimiento.
-¿Existen claves para saber si eso que llaman “amor” puede ser nocivo para la salud?...

… Dando un paso hacia delante:
- ¿Realmente eso que sentimos o creemos sentir puede ser calificado como “amor” o se trata más bien de dependencia afectivo- emocional?

Quizás haya que encontrar la manera de enganchar la parte afectiva con la racional y hacerlas convivir.
No amamos con el corazón, sólo es un órgano que sirve para bombear sangre, amamos con el cerebro. Todo está en nuestra cabeza.

En “Los límites del amor”, Riso explica que “el amor completo, el que incluye pasión (eros), amistad (philia) y ternura (ágape), no llega de improviso como un demonio o un ángel que se apodera de nosotros, también existe la voluntad de amar o de no amar.

No sólo el amor nos ‘posee’, también lo poseemos a él:
Nadie es víctima del amor sin su propio consentimiento”.
La pasión, la amistad y la ternura tienen que fusionarse mientras juegan

A lo mejor sólo se trata de realizar un cambio de valores.

“Uno tiene que hacerse cargo de sí mismo,
o lo que es lo mismo,
eliminar cualquier dependencia del otro".


Asimismo, no deben atravesarse los límites del amor hacia lo destructivo,
ni dejar que se vulneren los principios básicos que afectan a la dignidad de la persona.

Séneca decía:
Mientras se espera vivir, la vida pasa”.
…¿entonces?... ¡¡¡VIVE!!!

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